Es un clásico en las listas de lugares abandonados en Galicia. Podría decirse que su aspecto, entre bucólico y misterioso, no deja a nadie indiferente. Conocido también como Finca de Frendoal o Casa do Conde, es uno de esos rincones mágicos que abundan en Galicia y que convierten un simple paseo en una experiencia extraordinaria.
Situado en la comarca pontevedresa de O Morrazo, se trata de un espeso bosque que evoca antiguas leyendas y que contiene un mágico castillo cubierto parcialmente de musgo y maleza que nos hace sentirnos de inmediato protagonistas de una historia medieval.
El principal atractivo de este bosque es el pequeño Castillo de Frendoal o Casa Torre de Aldán que, como en los cuentos, dispone de dos torres almenadas, de un foso a su alrededor y hasta de puente levadizo, que sólo se conserva parcialmente. Aunque pareciera que estamos ante un castillo del Medievo, su construcción es bastante reciente, de la década de los 60, y nunca llegó a terminarse, de ahí su aspecto inacabado consumido por el musgo y el deterioro.
Curiosamente es este estado de abandono el que confiere al castillo un aura mágica y misteriosa a la que se suman las numerosas enredaderas que ascienden por sus muros, la espesa vegetación que filtra a duras penas la luz del sol y los bancos de piedra que lo rodean, ideales para tomarse un descanso disfrutando del encanto del bosque.