En el norte de la provincia de A Coruña encontramos uno de los paisajes naturales más bonitos de la costa gallega.
Doy por hecho que conocéis este lugar por su famoso banco, donde cientos de personas van a realizar fotos, pero nosotros vamos más allá, queremos que disfrutes este paraje como se merece.
Los acantilados de Loiba se encuentran a medio camino entre Ortigueira y Cabo Ortegal, y no hay mejor lugar para disfrutar estas vistas que desde el mirador do Coitelo.
Descubrirás porque tiene este nombre cunado lo visites y aprecies las enormes peñas afiladas que tiene la costa. Un lugar único lleno de acantilados que alcanzan hasta los 200 m, entre los que encontramos diferentes islotes y alguna que otra playa sin acceso.
Uno de los detalles más bonitos de este paisaje es la enorme roca de Pena Furada, agujereada por el mar.
Como precaución, tener en cuenta las horas de subida y bajada de marea, es fácil quedarnos embelesados mirando la roca y que nos suba la marea si no lo tenemos previsto.
Sin duda, estamos ante un paisaje natural digno de ruta de senderismo, en la que disfrutarás de una fauna y flora impresionante.
Hay muchas zonas de descanso con mesas y bancos de madera, encontraréis la playa de Picón a la que merece la pena bajar por unos escalones que llegan a ella. Está rodeada de acantilados de color oscuro y es un lugar idílico para relajarse y desconectar.
Por eso se comenta que esta zona de Galicia es la menos conocida y a la vez más diferente.