El debate sobre los pisos turísticos se ha hecho público y las posturas siguen alejadas. Primero se celebró el martes una mesa de diálogo con representantes de diferentes sectores en la que el concejal de Urbanismo, Francisco Díaz Gallego, anunció que el Ayuntamiento aplicará la normativa municipal, su Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) y el Plan Especial de la Ciudad Vieja y Pescadería, el Pepri, para regular estas viviendas. El objetivo es limitar su instalación a bajos, primeros pisos y edificios enteros, estos últimos, solo en el ámbito Pepri. Así, pasarán de ser considerados como uso residencial a uso terciario y pedirán a la Xunta que así lo recojan a la hora de conceder licencias.
Tres días después, el viernes, los propietarios de viviendas vacacionales se reunieron para anunciar que rechazan las medidas y que pasarán al ataque. En este contexto, ayer se dieron cita en ‘A Coruña Opina’ los partidarios y detractores de la regulación. Por un lado, la presidenta de la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga), Dulcinea Aguín y la vicepresidenta del Colegio de Administradores de Fincas, Teresa Suárez, que, aunque apoya su regulación, niega que haya un problema relacionado con estas viviendas.