. En la última reunión de la mesa de regulación de viviendas de uso turístico la concejalía de Urbanismo presentó un borrador de ordenanza que, de superar el debate político con BNG y PP en el pleno municipal, supondrá el cierre del 90% de las viviendas que se alquilan por días en la ciudad en la actualidad, pero no limitará su número en un futuro, al no definirse ningún parámetro o criterio de número o porcentaje máximo por zonas ó códigos postales.

La propuesta de ordenanza propone prohibir a los propietarios de viviendas aisladas en la zona PEPRI alquilarlas como turísticas, pero permitiría que un número indefinido de edificios completos abandonen su carácter residencial y se transformen establecimientos turísticos de forma permanente, vaciando el centro de vecinos al reducirse el número de viviendas disponibles para alquilar o comprar. Esta situación se replicaría en los barrios al impedirse las viviendas de uso turístico en plantas superiores a la primera, pero no se limitaría el número de viviendas que podrían dedicarse a este tipo de alquiler si están situadas en bajos o primeros pisos.

Adaptar normativa obsoleta no es la solución

A juicio de Aviturga esta regulación es un error, se basa en una normativa urbanística obsoleta, genera arbitrariedad, inseguridad jurídica, indefensión en los propietarios actuales y se contradice, incluso, con su propia exposición de motivos que propone limitar su número, pese a no incorporar ningún estudio o dato estadístico que motive, justifique o pondere tal necesidad.

En sus alegaciones Aviturga indicó al ayuntamiento que el instrumento adecuado para regular las viviendas de uso turístico (VUTs) es adaptar la normativa urbanística (PXOM y PEPRI) creando una nueva tipología de uso del suelo que regule el alquiler de viviendas de corta estancia en la ciudad (menos de 30 días), no asimilar las VUTS a usos de restauración y ubicarlas donde un planeamiento desfasado previó debían situarse los restaurantes de la ciudad.

Toledo y Málaga ejemplos de buena regulación

La propuesta de Aviturga se está aplicando actualmente en varias ciudades del Estado. Bilbao acaba anunciar una moratoria para modificar y adaptar su planeamiento urbanístico. San Sebastián lo tendrá que hacer al tumbar la Justicia una ordenanza similar a la que actualmente se negocia en A Coruña y dos ciudades, Toledo y Málaga, acaban de publicar es este mes de noviembre normativas que pueden servir como ejemplo para la regulación que precisa nuestra ciudad.

La norma aprobada en Toledo el pasado 15 de noviembre define el procedimiento para comunicar el inicio de actividad, las características mínimas que debe reunir, define un porcentaje máximo de 12% de VUTs por barrio, establece limitaciones especiales en su casco histórico y respeta los usos preexistentes si cumplen los nuevos requisitos exigidos en la norma.

Málaga esta a punto de aprobar una modificación puntual de su plan general, siguiendo el modelo de Toledo, donde establecerá un tope máximo del 8% por barrios, la prohibición de nuevas aperturas en zonas que superen ese porcentaje y requisitos adicionales para nuevas aperturas, respetando las viviendas que están funcionando en el momento de su aplicación.

Para Aviturga Toledo y Málaga son ejemplos positivos de destinos turísticos han sabido adaptar su planeamiento a su realidad económica, urbanística y social. A Coruña no tiene porque copiar sus propuestas, pero sí debería dotarse de una normativa que proteja los intereses de los propietarios que alquilan viviendas por días, las necesidades de alojamiento residencial de sus barrios, no perjudicar el sector turístico y ofrecer una imagen de ciudad abierta que ofrece el abanico completo tipos de alojamiento que demandan los turistas a nivel nacional e internacional.

SE ADJUNTAN MODIFICACIONES NORMATIVAS APROBADAS EN TOLEGO Y MÁLAGA

• Modificación puntual del nº 32 del Plan General Municipal de Ordenación Urbana de Toledo para regular el uso extrahotelero consistente en viviendas de uso turístico y apartamento turístico – noviembre 2024
• Modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana de Málaga que posibilitará la zonificación en 417 barrios de la ciudad y la prohibición de nuevas viviendas turísticas en un total de 43